Sánchez sigue sin saberse el protocolo y Felipe VI tiene que corregirle de nuevo
Lo ha vuelto a hacer. Pedro Sánchez ha vuelto a meter la pata ante el Rey Felipe VI por desconocer el protocolo y el Monarca ha tenido que corregirle sobre la marcha para que se colocara donde debía. La escena ha tenido lugar durante el besamanos previo a la cena de gala en el Palacio Real dentro de los actos en torno a la cumbre de la OTAN que se celebra en Madrid. Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, saludaron a los Reyes de España en el besamanos por el que pasaban los líderes de los distintos países participantes. Sánchez estrechó la mano de Felipe VI, hizo lo propio con la Reina Letizia, y entonces, llegó el despiste.
Mientras su mujer, Begoña Gómez, saludaba a los Reyes, Sánchez desaparecía de la escena raudo y veloz. Rápido de reflejos, Felipe VI se dio cuenta y llamó al presidente, para que se diera la vuelta y posase con ellos para la fotografía de rigor.
Al menos, esta vez, tras la foto, Pedro Sánchez sí abandonó el lugar de los Reyes como es menester y no se quedó junto a ellos para recibir a los demás invitados como si fuera un miembro más de la Familia Real. Esta escena descrita puede sonar estrambótica, pero la realidad superó a la ficción en una ocasión: en los actos del 12 de octubre de 2018. Eso fue exactamente lo que pasó: Sánchez saludó a los Reyes y se quedó con ellos para saludar al resto de los invitados hasta que, poco después y tras recuperarse del estupor, el servicio de Protocolo de la Casa Real advirtió al presidente y a su primera dama de que tenían que apartarse de ese lugar.
En los cuatro años que lleva como presidente español, Pedro Sánchez ha acumulado una peculiar colección de errores por desconocer el protocolo de los actos en los que participa. Este magnetismo hacia el despiste parece agudizarse, además, cuando se encuentra cerca del jefe del Estado español. Ocurrió, por ejemplo, también cuando tras pasar la fase más dura de la pandemia, España y Portugal escenificaron la reapertura de su frontera común. De nuevo, fue Felipe VI quien tuvo que corregir a Sánchez para señalarle el lugar correcto en el que debía situarse, en un acto en el que también participaban el primer ministro luso, António Costa, y su presidente, Marcelo Rebelo de Sousa.
En Bruselas también han tenido que corregir a Sánchez ante otra improvisación en el protocolo como cuando el entonces presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, tuvo que llamarle la atención por ponerse a atender a la prensa en un photocall en el que estaba estipulado que sólo se harían fotografías.
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